¡Mi pequeño mar!

Ahí estoy, frente al mar, queriendo gritarle todo lo que pasa por mi cabeza, queriendo desahogarme de todo y decirte de frente lo que siento y lo que pasa. Cómo quisiera estar contigo, tomar tu mano y caminar, correr, reír, disfrutar; pasar tiempo a tu lado sin mirar el tiempo. Cómo me gustaría contarle al mar todos mis secretos y decirte al oído que te quiero y que contigo quiero estar, que quiero darte un beso y soñar... Soñar con ese despertar a tu lado y ver tu sonrisa.

Quiero tener el mar frente a mí y ahogar tantos miedos, los míos, los tuyos y empezar a soñar hasta que de tanto soñar, empiece a ser realidad, mirarte a los ojos y ver en ti el mar, ver unas olas cargadas de sueños, de sonrisas, de emociones y ganas de no desistir, ganas de no soltar mi mano... Mi pequeño mar, mi gran amigo y confidente, ahí te dejo mis palabras, ahí te la dejo, a ella, la que me hace venir y confesar cada cosa que voy sintiendo ante ti. ¡Mi pequeño mar!. Ahí dejo en tu profundidad cada palabra, y cada momento, cada sonrisa y cada lágrima. Te veo pronto.

Milo!