19/7/11

Un café, una noche (Segunda Parte)

No había pasado una semana y Carlos no hacía otra cosa que pensar en Andrea y en cuándo sería esa próxima vez que se volverían a ver, buscaba la forma de hacerlo pero tampoco quería pasar por intenso con ella, o que pensara que sólo quería estar con ella por sexo. Después de mucho pensarlo, decidió llamarla.

- ¿Aló?

- Hola Andrea

- ¡Carlos!. Pensé que me habías olvidado ¿Cómo estás?

- Muy bien gracias ¿Y tú?

- Bien, no me quejo

- Andrea, quería saber si podemos vernos de nuevo

Andrea se quedó pensándolo y un silencio corto pero incómodo se apoderó de la conversación


- Sí claro, pero entonces... Déjame cuadro algunas cosas y te aviso cuándo podemos vernos ¿Te parece?

A Carlos, esto le sonaba a excusa y más que a excusa, a un no

- Ok Andre, entonces esperaré tu llamada

Dos días después, Andrea sorprendió a Carlos llegando a su casa, Carlos quedó blanco al verla ahí parada frente a su casa

- ¿Qué haces aquí?. Dijo él

- Habíamos quedado en que en cuanto pudiera nos veríamos, ¿No? Pues bueno, aquí estoy

- Pero mi esposa...

- La acabo de ver salir, así que no hay de qué preocuparnos, más bien sube

Carlos subió al auto de ella y se fueron. En el camino empezaron a hablar, Carlos se notaba nervioso por verla de nuevo y en ese momento, su mirada se perdía en su cuerpo disimuladamente. Andrea lo miraba y sabía lo que pasaba, sabía que Carlos la miraba, no como la primera vez pero había algo y lo notaba incómodo así qué decidió preguntar

- ¿Pasa algo?. Así no me mirabas la otra vez

- Mmmm, nada

- No seas bobo Carlos, cuéntame

- Andrea es que desde esa vez tenía muchas ganas de verte y pues...

- Lo sé y mira, me estás viendo

Se detuvieron en el café donde se vieron la vez pasada y como siempre ordenaron dos cappuccinos, empezaron a conversar y Carlos le contó algo a Andrea que no esperaba. Carlos empezó a sentir cosas por Andrea pero sabía que su situación no permitiría que las cosas siguieran más adelante. Andrea al saber esto quedó sorprendida pero a la vez, por dentro quedó confundida, sus sentimientos también se empezaron a mezclar y en parte a confundir. Carlos no le era indiferente, se gustaban y ella sabía que una relación con él podría funcionar muy bien pero su condición de casado era un gran alto a sus pensamientos.

- La verdad, me toma por sorpresa Carlos; no sé que decirte pero...

- Andrea, lo siento, debo irme

Y dejando dinero en la mesa, tomó un taxi, confundido y desesperado, su cabeza daba vueltas y ni qué decir la de Andrea que aunque sospechaba lo que pasaría, no creyó que fuera a pasar tan pronto, desde ese momento los dos pensaban en esa conversación en aquél café, ese mismo café que veces anteriores había sido punto de encuentro para disfrutar, esa tarde los había dejado confundidos pensando el uno el otro pero no de la forma como lo solían hacer.



Milo!

6/7/11

Soledad

Soledad es despertar y no verte.
Soledad es caminar por el parque sin ti.
Soledad es saber que estás a kilómetros de distancia.
Soledad es acostarme pensando en ti y no contigo a mi lado.
Soledad es pedir una mesa para dos y que sólo se ocupe una silla.
Soledad es mirar por la ventana mientras tú ves por tu ventana.
Soledad es tener que conformarme con escuchar tu voz por teléfono.
Soledad es pedir cena a domicilio para uno
Soledad es tomarme un café sin ti
Soledad es tomarme una coca cola con dos pitillos
Soledad es mirar mi sombra y no ver la tuya
Soledad es saber que tu sonrisa no es mi despertador
Soledad es no compartir mis audífonos contigo
Soledad es... No tener tus abrazos

¡Tú...!

Tu mirada penetrante, tu sonrisa encantadora, tus labios provocadores, tu pelo maravilloso, tus cachetes mordibles, tu cuello cautivador, tus senos perfectos, tu abdomen mi perdición, tus caderas hipnotizantes, tus piernas seductoras, tu forma de pensar, tu forma de expresarte, tu sentido del humor, tus ganas de seguir, tus ganas de no rendirte, tu actitud ante los problemas, tu actitud ante la misma vida, tu inteligencia, tu ortografía, tu gusto por la literatura, tu gusto por la música, tus gustos en general, tu belleza, tu creatividad, tu forma de ser, tu respeto, tu cariño, tu voz, tu acento, tu forma de cantar, tu forma de encantar, tus acciones, tus gestos, tus movimientos, tu forma de hacer reír, tu expresión cuando te pones seria, tus rabietas, tus ganas de joder, tus ganas de molestar, tus muecas, tus sueños, tus metas, tus planes...

En esencia eres tú, la mujer que siempre he querido ver, la que siempre he querido conocer, la que siempre he querido tener a mi lado, la que siempre sueño en mis noches, la que siempre se pasea por mi mente, la que en ocasiones no me deja dormir. Sí, esa eres tú

Milo!